Vacúname CIC es una empresa del Grupo CIC dedicada a la comercialización de vacunas, dispositivos médicos e insumos para consultorio al por mayor a nivel nacional en Colombia. Realizamos despachos a domicilio a todas las ciudades de Colombia.
Nuestros productos poseen registro INVIMA y son comercializados con estrictos controles para asegurar las condiciones ambientales, de humedad y conservación de cadena de frio que brinden seguridad al usuario final.
Sí, las vacunas son seguras. Han sido probadas y evaluadas rigurosamente antes de ser aprobadas para su uso generalizado
No, las vacunas no pueden causar la enfermedad que están destinadas a prevenir. Algunas vacunas utilizan partículas inactivas o debilitadas del virus o bacteria, mientras que otras utilizan proteínas o componentes del virus o bacteria. En ambos casos, la cantidad de material utilizado en la vacuna es demasiado pequeña para causar la enfermedad.
Al igual que cualquier otro medicamento, las vacunas pueden causar efectos secundarios, pero estos suelen ser leves y temporales, como dolor en el lugar de la inyección o fiebre. Los efectos secundarios graves son raros.
Es posible que algunas vacunas interactúen con otros medicamentos, por lo que es importante informar a su proveedor de atención médica sobre todos los medicamentos que está tomando antes de recibir una vacuna.
Aunque la enfermedad natural puede proporcionar inmunidad, no es tan duradera ni efectiva como la inmunidad proporcionada por la vacuna. Además, tener la enfermedad puede ser más graves que recibir la vacuna.
Si se retrasa o se salta una dosis de la vacuna, es posible que no se alcance la inmunidad completa. Por lo tanto, es importante seguir el calendario recomendado de vacunación, sino se debe iniciar esquema nuevamente.
No todas las vacunas son adecuadas para todas las edades. La selección de las vacunas adecuadas depende de la edad, el estado de salud y otros factores individuales.
Depende de la legislación de cada país o región. En algunos lugares, ciertas vacunas son obligatorias para la entrada a la escuela u otros lugares públicos, mientras que en otros lugares son recomendadas pero no obligatorias.
Si no desea vacunar a su hijo, es importante hablar con su proveedor de atención médica para entender las implicaciones y riesgos de no vacunar.
No existe una vacuna que proteja contra todas las enfermedades, pero recibir una combinación adecuada de vacunas puede proteger contra muchas enfermedades graves y peligrosas.
La duración de la protección de la vacuna varía según la vacuna y la persona que la recibe. Algunas vacunas requieren una o más dosis de refuerzo para mantener la protección a largo plazo, mientras que otras pueden proporcionar protección por un período de tiempo más largo.
Aunque la vacunación puede reducir significativamente el riesgo de contraer la enfermedad, no proporciona una protección del 100%. Si una persona vacunada contrae la enfermedad, suele ser más leve que si no estuviera vacunada.
Si experimenta una reacción adversa a la vacuna, es importante informar inmediatamente a su proveedor de atención médica. Los efectos secundarios graves son raros, pero si se presentan, su proveedor puede tomar medidas para ayudar a manejar la reacción.
No, las vacunas no pueden causar la enfermedad que están diseñadas para prevenir. Algunas vacunas contienen fragmentos inactivos o atenuados de la enfermedad, pero no causan la enfermedad completa.
Depende de la enfermedad crónica y la vacuna en cuestión. Es importante hablar con su médico tratante para determinar si las vacunas son seguras para usted.
Sí, en general, las vacunas son seguras para personas mayores. De hecho, las personas mayores suelen requerir ciertas vacunas adicionales debido a un mayor riesgo de complicaciones relacionadas con la edad.
Es muy raro contraer la enfermedad de la vacuna, ya que la mayoría de las vacunas contienen fragmentos inactivos o atenuados de la enfermedad. Además, los protocolos de seguridad rigurosos y las pruebas clínicas garantizan la seguridad de las vacunas antes de su aprobación y uso generalizado.
Hay algunas enfermedades para las cuales es necesario recibir más de una dosis de vacuna para lograr la protección completa. Esto se debe a varias razones:
La primera dosis de la vacuna puede estimular el sistema inmunológico y prepararlo para responder a la enfermedad en cuestión, pero es posible que no proporcione una protección completa. La segunda dosis ayuda a reforzar y prolongar la protección.
Algunas enfermedades son causadas por virus que se mutan con facilidad, lo que significa que pueden cambiar su apariencia y esquivar la respuesta inmunológica. La segunda dosis de la vacuna ayuda a proteger contra estas mutaciones.
Algunas vacunas son más efectivas cuando se administran en dosis múltiples, especialmente en niños pequeños, cuya respuesta inmunológica aún está en desarrollo.
En algunos casos, se recomienda una segunda o tercera dosis para mantener la protección contra la enfermedad a lo largo del tiempo. Esto es especialmente importante para enfermedades que son altamente contagiosas o para las que existe un alto riesgo de complicaciones graves.
No, las vacunas no causan autismo. Esta afirmación es un mito que ha sido desmentido por numerosos estudios científicos y revisado por expertos en todo el mundo.
El estudio original que sugirió una relación entre las vacunas y el autismo fue publicado en 1998 y posteriormente retirado debido a graves defectos en el diseño y la manipulación de datos. Desde entonces, se han llevado a cabo numerosos estudios exhaustivos con miles de niños que han demostrado claramente que las vacunas no causan autismo.